01-09-2009

El risgo de cancer de mama familiar se reduce a la mitad con la lactancia

fuente: Archives of Internal Medicine 2009; 169: 1364-71
Investigan la asociación entre la lactancia y el riesgo de cáncer de mama premenopáusico.

MedWire News: Las mujeres que tienen antecedentes familiares de cáncer de mama y que amamantaron a sus hijos son casi un 60 por ciento relativamente menos susceptibles de desarrollar cáncer de mama que las que no amamantaron, muestran los resultados de un estudio estadounidense. La reducción del riesgo con la lactancia se compara favorablemente con la lograda con los tratamientos hormonales tales como el tamoxifeno para las mujeres en alto riesgo de cáncer de mama, comentan Alison Stuebe (Universidad de Carolina del Norte, Chapel Hill) y colaboradores en Archives of Internal Medicine.
En su estudio de 60.075 mujeres que participaron en el estudio prospectivo “Nurses’ Health Study II” que habían dado a luz al menos una vez, Stuebe y equipo identificaron 608 casos incidentales de cáncer de mama premenopáusico durante 357.556 personas-años de seguimiento. En comparación con las mujeres que nunca habían amamantado, las que sí lo hicieron mostraron una reducción del 25 por ciento en el riesgo relativo de cáncer de mama premenopáusico, independientemente de la duración de la lactancia.
Cabe destacar que entre las mujeres con madre o una hermana con cáncer de mama, las que alguna vez amamantaron tuvieron una reducción del 59 por ciento del riesgo de cáncer de mama premenopáusico en comparación con las mujeres que nunca habían amamantado. No se observó asociación entre las mujeres sin historial familiar de cáncer de mama.
“Esto podría ser porque existe algo en el cáncer de mama causado genéticamente que es afectado por la lactancia, o podría ser porque las tasas de cáncer de mama fueron tan bajas en las mujeres sin historial familiar que no pudimos ver una asociación en este conjunto de datos”, dijo Stuebe.

31-08-2009

Tratamiento del sindrome de ovario poliquistico. Accion de la Metformina.

Puede mejorar la ovulación y los ciclos menstruales.
Dr. John E. NestlerTraducción y resumen objetivo: Dra. Marta Papponetti. Especialista en Medicina Interna.N Engl J Med 2008;358:47-54

Presentación de un caso
Una mujer de 23 años con diagnóstico de síndrome de ovario poliquístico (SOP) consulta al médico de familia. Ella ha tomado anticonceptivos orales pero no los tolera y en el momento de la consulta está sin tratamiento. Solo tiene 3 o 4 menstruaciones por año y no desea embarazarse por el momento, pero planea casarse en un año. Ella ha escuchado que el SOP se asocia con diabetes y está preocupada porque sus padres son diabéticos tipo 2. Su índice de masa corporal (IMC) es 32, la circunferencia de la cintura es 96,5 cm y la testosterona total está elevada (0,9 ng/mL), el colesterol HDL es de 35 mg/dL y la trigliceridemia de 190 mg/dL. La glucemia 2 horas después de la ingestión de 75 mg de dextrosa es 148 mg/dL. El médico considera que el tratamiento con metformina podría ser beneficioso y la deriva al endocrinólogo.
El problema clínico
El SOP es un diagnóstico clínico caracterizado por la presencia de 2 o más de los siguientes cuadros: oligoovulación o anovulación, exceso de andrógenos y ovarios poliquísticos. Afecta al 5 a 10% de las mujeres en edad fértil y es la causa más común de infertilidad anovulatoria en los países desarrollados. Las manifestaciones clínicas comunes son las irregularidades menstruales y los signos de exceso androgénico son el hirsutismo, el acné y la alopecia.
El SOP se asocia con alteraciones metabólicas importantes. En Estados Unidos, la prevalencia de la diabetes tipo 2 es 10 veces tan elevada entre las mujeres jóvenes con SOP como en las mujeres normales; hacia los 30 años, el 30 a 50% de las mujeres obesas con SOP desarrollan intolerancia a la glucosa o diabetes tipo 2.
La prevalencia del síndrome metabólico es 2 a 3 veces tan elevada entre las mujeres con SOP como entre las mujeres normales, comparadas por edad e IMC; el 20% de las mujeres con SOP menores de 20 años presentan síndrome metabólico. Aunque faltan datos sobre la evolución de las mujeres con SOP, el riesgo de infarto de miocardio fatal es el doble en las mujeres con oligomenorrea grave, en la mayoría de las cuales podría esperarse hallar el SOP, como así en las mujeres eumonorreicas.
Fisiopatología y efecto terapéutico
Las características fisiopatológicas del SOP no se conocen por completo pero se sabe que comprenden interacciones complejas entre las acciones de las gonadotropinas, los ovarios, los andrógenos y la insulina. Un elemento importante de este síndrome es la resistencia a la insulina. La mayoría de las mujeres con SOP, independientemente de su peso, presentan una forma de resistencia a la insulina que es intrínseca al síndrome y poco conocida. Las mujeres obesas con SOP tienen mayor resistencia a la insulina relacionada con la adiposidad. La resistencia a la insulina que caracteriza al SOP parece ser responsable de la asociación del trastorno con la diabetes 2. La resistencia a la insulina también puede ser responsable de la asociación del SOP con factores de riesgo cardiovascular reconocidos como la dislipidemia y la hipertensión, como así con alteraciones anatómicas y funcionales cardiovasculares.
La resistencia a la insulina y la hiperinsulinemia compensatoria también representan un papel importante en otros aspectos del SOP, como el exceso de andrógenos y la anovulación. La insulina estimula la producción ovárica de andrógenos a través de la activación de su receptor homólogo; los ovarios de las mujeres con SOP siguen siendo sensibles a la insulina, o quizás, hipersensibles a ella, aún cuando los tejidos blanco clásicos como el músculo y la grasa manifiesten resistencia a la acción de la insulina. Por otra parte, la hiperinsulinemia inhibe la producción hepática de la globulina que se une a la hormona sexual, aumentando más los niveles de testosterona libre circulante. Por último, la insulina inhibe la ovulación, ya sea en forma directa afectando el desarrollo folicular, o indirectamente, aumentando los niveles de andrógeno intraováricos o alterando la secreción de gonadotrofina. Otra evidencia sobre la influencia de la resistencia a la insulina en el SOP es que las diversas intervenciones realizadas, las cuales están relacionadas unas con otras solo en que disminuyen los niveles de insulina circulante, provocaron un aumento en la frecuencia de la ovulación o las menstruaciones, redujeron los niveles de testosterona sérica, o ambos. Estas intervenciones incluyen la inhibición de la liberación de insulina (con diazóxido y octreotida), la mejoría de la sensibilidad a la insulina (induciendo el adelgazamiento mediante la dieta, metformina, trioglitazona, rosiglitazona, o pioglitazona) o la reducción de la absorción de los hidratos de carbono (con acarbosa).
La metformina, una biguanida, es el fármaco más usado para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Su acción principal es la inhibición de la producción de glucosa por el hígado, pero también aumenta la sensibilidad de los tejidos periféricos a la insulina. El aumento de la sensibilidad a la insulina, lo cual contribuye a la eficacia de la metformina en el tratamiento de la diabetes, también ha sido demostrado en mujeres no diabéticas con SOP. En las mujeres con SOP, el tratamiento prolongado con metformina puede aumentar la ovulación, mejorar los ciclos menstruales y reducir los niveles séricos de andrógenos; la metformina también puede mejorar el hirsutismo. Si los datos publicados sobre los efectos de la metformina sobre la prevención de la diabetes pueden ser extrapolados a las mujeres con SOP, entonces el fármaco puede retardar la progresión de la intolerancia a la glucosa en las mujeres afectadas, como lo informaron los autores de un estudio retrospectivo pequeño.
Evidencia clínica
En 1996 se publicó que la administración de metformina a mujeres con SOP redujo los niveles de insulina circulante y se asoció con la disminución de la actividad de la 17,20-liasa y de la secreción de andrógenos ováricos. La mayoría de los estudios posteriores, no todos, confirmó la capacidad de la metformina para disminuir la insulina y los andrógenos séricos en ayunas en las mujeres con SOP. Sin embargo, hay pocos estudios que hayan evaluado específicamente los efectos de la metformina sobre los signos clínicos del exceso de andrógenos (hirsutismo, acné, alopecia).
Con respecto a la ovulación, los resultados de un estudio clínico aleatorizado de 1998 mostraron que la metformina pretratamiento, comparada con el placebo, aumentó la incidencia de ovulación después de un tratamiento posterior con clomifeno. Más tarde, varios estudios compararon la metformina con el placebo, la metformina con no tratamiento, la metformina más clomifeno con clomifeno solo o, la metformina más clomifeno con placebo. De esos estudios, los más rigurosos fueron incluidos en un metaanálisis (Lord y col., 2003) el cual concluyó que la metformina aumenta la frecuencia de la ovulación. Otros trabajos posteriores confirmaron que el agregado de metformina al tratamiento con clomifeno aumentó la tasa cumulativa de ovulación, comparado con la administración de clomifeno solo (60,4% vs. 49,0%), pero no hubo diferencia en la tasa de nacimiento entre ambos grupos.
Con respecto a la diabetes, dos estudios aleatorizados, el Indian Diabetes Prevention Programme (IDPP-1) y el U.S. Diabetes Prevention Program (DPP), han demostrado que la metformina disminuye el riesgo relativo de progresión a la diabetes tipo 2, en las pacientes con intolerancia a la glucosa. Sin embargo, no ha quedado establecido si este efecto de la metformina representó verdaderamente la prevención de la progresión a la diabetes o simplemente enmascaró la progresión al descender la glucemia. Sin embargo, en el DPP, luego de suspender la metformina, la diabetes apareció en menos sujetos que lo esperado si solo se tratara del efecto de enmascaramiento. “No conozco trabajos clínicos que hayan evaluado el efecto de la metformina sobre la progresión de la diabetes tipo 2 en pacientes con SOP,” dice el autor. Para las mujeres con SOP que no fueron tratadas con metformina, la tasa anual de conversión de tolerancia a la glucosa normal a la intolerancia a los hidratos de carbono fue de 16 a 19%, comparado con 1,4% de las mujeres con SOP y metformina.
Aplicación clínica
El manejo del SOP depende de los objetivos de la paciente y del médico. Para algunas mujeres, el tema principal es la infertilidad. Estas pacientes suelen ser tratadas durante un corto lapso con clomifeno para inducir la ovulación. Cuando no es éste el objetivo, la terapia se basa en la anticoncepción con estrógenos y progestina, combinados o no con antiandrógenos como la espironolactona, con lo cual se mejoran los síntomas por exceso de andrógenos, se regularizan las menstruaciones y se previene la hiperplasia del endometrio.
Sin embargo, dadas las alteraciones metabólicas asociadas con el SOP, el autor sostiene que sería adecuado hacer un tratamiento prolongado que no solo contemple las consecuencias del exceso de andrógenos y la anovulación sino también mejore la resistencia a la insulina y reduzca el riesgo de diabetes tipo 2 y la enfermedad cardiovascular. No existe acuerdo respecto del efecto de los anticonceptivos hormonales sobre la tolerancia a la glucosa. Algunos trabajos informan un agravamiento de la resistencia a la insulina y la alteración de la tolerancia a la glucosa en las mujeres con SOP. La metformina mejora la sensibilidad a la insulina y retarda la progresión a la diabetes de tipo 2 en mujeres con intolerancia a la glucosa. Aunque no se ha demostrado que la metformina disminuye específicamente los cuadros cardiovasculares en pacientes con SOP, se considera que ejerce protección contra los efectos cardiovasculares adversos de la resistencia a la insulina y la hiperinsulinemia. Por otra parte, la metformina disminuye los niveles de andrógenos circulantes, mejora la ovulación y los ciclos menstruales, por lo que contempla los objetivos del tratamiento a largo plazo. Por estas razones, dice el autor, la metformina es muy usada para el SOP aunque no ha sido aprobada por la Food and Drug Administration para ese tratamiento.
Para disminuir al mínimo los efectos de la metformina, se comienza con dosis bajas durante las comidas, para después aumentar progresivamente. El autor aconseja 500 mg una vez por día con la comida principal, durante 1 semana; luego, aumentar a 500 mg, 2 veces por día, durante 1 semana; por último, llegar a 1000 mg, 2 veces por día, con el desayuno y la cena. Para pacientes diabéticas, sobre la base de la hemoglobina glicosilada, el autor propone el uso de 2000 mg diarios. La metformina está contraindicada en mujeres con insuficiencia renal (creatininemia > 1,4 mg/dL), disfunción hepática, insuficiencia cardíaca congestiva grave o alcoholismo, aunque por la edad de la mayoría de las pacientes, estas enfermedades son raras. El tratamiento con metformina puede traer ganancia de peso, lo que implica indicar dieta y ejercicios.
Es conveniente controlar a las pacientes cada 3 a 6 meses, para evaluar las características del ciclo menstrual y el nivel de testosterona total sérica. Si los ciclos menstruales se han regularizado, es importante verificar que sean ovulatorio, determinando el nivel de progesterona sérica 7 días antes de la menstruación siguiente: más de 4 ng/mL indica la fase luteínica y la ovulación. Luego de 6 a 9 meses de tratamiento, se evalúa la eficacia de la metformina. Si los ciclos y la ovulación mejoraron en forma satisfactoria, el tratamiento pasará a ser personalizado. En algunas mujeres, puede ser suficiente el tratamiento con metformina sola. Las mujeres que desean la anticoncepción pueden recibir anticonceptivos orales mientras continúan el tratamiento con metformina. El hirsutismo es un problema importante; la metformina se puede combinar con anticonceptivos o antiandrógenos.
Efectos adversos
Puede haber acidosis láctica pero es rara en pacientes sanas y las pacientes con insuficiencia renal o hepática no reciben metformina por su condición. En el 10 a 25% de las pacientes, el efecto adverso principal es el malestar gastrointestinal, principalmente náuseas y diarrea. Se puede disminuir la dosis en 2 a 4 semanas, y luego volver a la dosis inicial, porque este efecto suele ser transitorio, aunque en algunos sujetos es necesario suspenderla definitivamente. Puede producir malaabsorción de la vitamina B12. No posee efectos teratogénicos.
Áreas de incertidumbre
El tratamiento con metformina para el SOP surge de trabajos controlados y aleatorizados de pacientes sin SOP.
Falta la identificación de predictores de respuesta a la metformina en el SOP. Aunque el tratamiento prolongado con metformina parece ser beneficioso en muchas pacientes con SOP, el resultado es menos claro cuando es utilizada sola o combinada con antiandrógenos u hormonoterapia.
La eficacia de la metformina para mejorar los signos de exceso de andrógenos, como el hirsutismo, no ha sido evaluada en profundidad.
La metformina ha sido usada muchos años en pacientes con diabetes tipo 2, pero no hay datos sobre los efectos a largo plazo en pacientes tratadas por SOP, en quienes el tratamiento, si es efectivo, puede ser continuado durante muchos años.
Si la mujer se embaraza, no se sabe bien si la metformina debe continuarse durante el embarazo y por cuánto tiempo.
Guías
La Androgen Excess Society recomienda evaluar la tolerancia a la glucosa en las mujeres con SOP, independientemente de su peso, al comienzo y luego cada 2 años. Se destaca que el uso de la metformina para tratar o prevenir la progresión de la intolerancia a la glucosa debería no ser obligatorio hasta que se tengan los resultados de estudios aleatorizados y controlados que demuestren su eficacia.
La American Association of Clinical Endocrinologists recomienda que la metformina sea considerada la intervención inicial en la mayoría de las mujeres con SOP, en particular en las obesas o con sobrepeso.
Recomendaciones
La obesidad, el antecedente familiar de diabetes y el SOP ponen a la paciente en alto riesgo de diabetes de tipo 2. Además de la obesidad, la paciente presentada en este trabajo tiene varios signos de resistencia a la insulina, como los niveles bajos de colesterol HDL y la hipertrigliceridemia, con lo cual cumple con los criterios de síndrome metabólico.
Aunque en la actualidad la tolerancia a la glucosa es normal, es conveniente el tratamiento con metformina y un programa de dieta y ejercicios para bajar de peso. Aunque la fertilidad no es una preocupación inmediata, es posible que la metformina aumente la frecuencia de la ovulación, mejorando los ciclos menstruales. Una vez normalizados los ciclos menstruales, hay que determinar el restablecimiento de la ovulación. Dado que la paciente no tolera los anticonceptivos orales, se debe recomendar otro método anticonceptivo de barrera. Si al momento de desear embarazarse, el tratamiento con metformina no mejora la fertilidad de la paciente, se deben buscar otras causas no ovulatorias de infertilidad y agregar clomifeno. El control cada 3 meses durante el primer año está destinado a monitorear la eficacia de la metformina y a reforzar las medidas dietéticas y de actividad física. El control puede hacerse cada 6 a 12 meses, dependiendo de la respuesta al tratamiento. Es conveniente repetir el test de tolerancia a la glucosa cada 2 a 3 años, aún si se hace tratamiento con metformina.

La cirugía estética vaginal, no muy convencional pero de moda

Conocida también como cirugía íntima es un tipo de cirugía creada para solucionar las necesidades psico-físicas de muchas mujeres con trastornos de origen muy íntimo y diversos: algunos defectos congénitos, accidentes, el envejecimiento y múltiples partos, producen cambios y estiramientos en la zona vaginal que si bien no significan un problema en sí mismos, pueden tener efectos colaterales.

En ocasiones puede haber molestias físicas o dolores, como en algunos casos de hipertrofia labial, pero no debemos restarle importancia al impacto psicológico: baja autoestima, inseguridad a la hora de tener relaciones íntimas, etc.

Algunos aseguran que gracias a la cirugía estética vaginal y a la cirugía de rejuvenecimiento vaginal, es posible devolver el tamaño y la simetría ideales, para gozar de una vida sexual sana y placentera. Hasta ahora, esta cirugía estaba reservada para trabajadoras del sexo o para las mujeres que sufren problemas médicos como incontinencia, malformaciones congénitas o lesiones derivadas del parto, si bien ahora también se utiliza con fines estéticos.

Algunas de las cirugías de cosmetología ginecológica son Labioplastías, Himenoplastías y Vaginoplastías (también conocida como Rejuvenecimiento Vaginal). En la mayoría de los casos estos procedimientos no sólo tiene relación con una mejoría estética sino también funcional. Estas cirugías son procedimientos electivos y deben ser solicitados por las propias pacientes.

Labioplastia
Los labios menores muy grandes pueden tener un efecto psicológico negativo en la mujer y por ende en su vida sexual. Así mismo la flacidez de los labios mayores causa molestias; mediante una cirugía denominada Labioplastía de labio menor y mayor esto se puede corregir. En algunos casos se puede también aumentar de volumen sus labios mayores mediante la inyección de grasa de la propia paciente para lograr el aspecto requerido. El resultado es unos labios más planos y jóvenes.

Himenoplastías
La Himenoplastía es un procedimiento quirúrgico que repara y reconstruye la membrana que cubre la entrada de la vagina; esta membrana es conocida como el himen. Esta compuesta de tejido fibroso y elástico. Cuando el himen se rompe, ocurre un leve sangrado lo cual es usualmente el resultado de la primera experiencia sexual de una mujer. Una himenoplastia reconstruye este tejido. En algunas circunstancia inusuales, una mujer puede romper su himen al insertar un tampón o haciendo deportes como ciclismo, equitación o gimnasia.

Vaginoplastía
En la Vaginoplastía se afrontan los músculos del piso pélvico para darles firmeza, retirando el excedente de tejido vaginal. Pacientes quienes sufren de incontinencia urinaria de esfuerzo, con pérdida de orina en forma involuntaria al toser, estornudar, reír o hacer ciertos ejercicios, pueden corregir esta situación al realizarse una cirugía de Rejuvenecimiento Vaginal.

Hay cierta controversia acerca de si el Rejuvenecimiento Vaginal puede mejorar el placer en las relaciones sexuales o aumentar el deseo sexual. No existen estudios de control aleatorios que demuestren que estrechar el canal vaginal mejora el orgasmo o altera la vida sexual de la mujer. Los informes sobre mejoras en la sensibilidad sexual por una mayor fricción provienen de investigaciones de poco rigor científico y experiencias anecdóticas. Sin embargo, los artículos que he tenido la oportunidad de leer dicen que la mayoría de las parejas han comentado que la cirugía ha mejorado su vida sexual logrando más sensibilidad y una mayor satisfacción en sus relaciones sexuales.

28-08-2009

Concentración de lípidos y complicaciones en el embarazo

American Journal of Obstetrics & Gynecology 2009;in press
Una nueva investigación ha documentado cambios en las concentraciones de lípidos durante el embarazo, y cómo podrían influir en el riesgo de complicaciones obstétricas específicas. El principal hallazgo fue que las concentraciones altas de triglicéridos se asociaron significativamente con un riesgo elevado de diabetes gestacional y preclampsia en la cohorte de estudio.
Especialistas de centros en Be’er-Sheva, Israel, y Boston, Massachusetts, EE.UU., analizaron los datos de partos de hijo único entre enero de 2000 y febrero de 2006 para identificar un total de 9.911 mujeres a quienes les midieron las concentraciones de lípidos en algún punto en el período de 1 año antes de concebir hasta 1 año después del parto, y que no presentaban morbilidad cardiovascular. El objetivo fue probar la hipótesis, basada en los hallazgos de estudios previos, de que las altas concentraciones de triglicéridos y las concentraciones bajas de lipoproteínas de alta densidad (HDL) se asocian con un riesgo elevado de diabetes gestacional y preclampsia. Un grupo de comparación comprendió a 31.646 mujeres que tuvieron partos de hijo único en el mismo período y que no presentaban morbilidad cardiovascular, pero que no contaban con registros de sus concentraciones de lípidos. De las 9.911 mujeres, se evaluaron las concentraciones de lípidos en 3.058 en el año previo a la concepción, en 3.983 durante el embarazo, y en 2.870 en el año posterior al parto. La edad promedio de las mujeres era de 29,6 años, levemente mayores que el grupo de comparación, quienes tenían una media etárea de 28,8 años. Las mujeres en el grupo de estudio también tuvieron una tasa superior de uso de tratamiento de fertilidad (2,9 por ciento) que el grupo de comparación (1,8 por ciento). El número promedio de embarazos y partos fue tres en ambos grupos. Cambios en las concentraciones de lípidos: Cuando los investigadores esquematizaron las concentraciones de lípidos a lo largo del tiempo, excluyendo a las mujeres que tenían diabetes gestacional y/o preclampsia (lo que dejó una población de 8.700 para este análisis), hallaron que las concentraciones de triglicéridos, de lipoproteínas de baja densidad (LDL), y de colesterol total continuaban estables antes de la concepción y luego caían a un punto bajo en el segundo mes de gestación. Luego, las concentraciones aumentaban abruptamente hasta un pico en el mes de parto, antes de volver a descender hasta cerca de las concentraciones previas a la concepción en el curso de 4 meses del parto. La concentración promedio de triglicéridos, por ejemplo, fue 92,6 mg/dL antes de la concepción, bajó a un nadir de 77,4 mg/dL en el segundo mes gestacional, antes de aumentar hasta un pico de 238,4 mg/dL en el mes de parto. Las concentraciones de HDL siguieron el mismo patrón general que los valores de otros lípidos pero llegaron a un pico poco antes en el embarazo, en el séptimo mes gestacional, para luego permanecer estables hasta el parto. Lípidos y complicaciones: Los investigadores hallaron que el criterio de valoración primario compuesto de diabetes gestacional y preclampsia tuvo lugar en el 12,2 por ciento del grupo de estudio (6,4 por ciento de las mujeres tuvieron diabetes gestacional y el 6,3 por ciento tuvo preclampsia). Esto constituyó una tasa compuesta significativamente mayor que la observada en el grupo de comparación, en el que el 8,8 por ciento tuvo diabetes gestacional o preclampsia (el 4,2 por ciento tuvo diabetes gestacional y el 4,4 por ciento tuvo preclampsia). Para examinar las relaciones entre las concentraciones de lípidos y estas complicaciones, los investigadores dividieron a las mujeres que fueron analizadas durante el embarazo en tres grupos por cada análisis de lípidos individual:
Baja concentración: Debajo del 25º percentil de distribución para el mes gestacional relevante.
Concentración intermedia: Desde el 25º al 75º percentil.
Concentración elevada: Arriba del 75º percentil.
Los investigadores hallaron que las concentraciones de triglicéridos durante el embarazo se asociaban significativamente con el riesgo de complicaciones (p <>

26-08-2009

Incompetencia Cervical-Cerclaje

El cerclaje uterino técnica quirúrgica que consiste en dar un punto en el cuello del utero para evitar que éste se pueda dilatar durante la gestación para casos en que existe insuficiencia cervical, es decir una dificultad del cuello uterino para mantenerse cerrado hasta el momento del parto.Se usa la sutura cervical para evitar partos prematuros en mujeres con pérdidas de embarazo previas producidas durante el segundo trimestre, u otros factores de riesgo tales como cuello uterino corto en examen digital o ecografía.
Esta operación se suele realizar entre la semana décima y la decimosexta (periodo variable según la práctica de cada ginecólogo), y se practica con anestesia epidural o general. Luego hay que guardar reposo y no hacer esfuerzos hasta terminar el embarazo.

En las últimas semanas de gestación (hacia la 38ª semana), poco antes de que el cuello uterino comience a dilatarse, el punto es retirado. Para ello deberá ingresar 24 horas en una clínica u hospital pues es preciso monitorizar al feto y observar si se dencadena el trabajo del parto con esta maniobra.

Si todo va bien se da el alta y se espera a que sobrevenga el parto de modo natural.

Peligros:

1.- que al retirar el cerclaje en la 38ª semana de gestación se pueda desencadenar el parto.

2.- el cerclaje no garantiza absolutamente la corrección de la insuficiencia cervical, pues existe una pequeña proporción de fracasos sin poder garantizar la posibilidad de un parto pre término

3.- es posible que durante o después de la intervención sea necesario la utilización de sangre y/o hemoderivados por sangrado cervical

4.- puede darse infección del líquido amniótico

5.-puede haber rotura prematura de membranas

6.- suscitarse un aborto

7.- infección urinaria

8.-imposibilidad de realizar el cerclaje

9.- riesgos inherentes a la anestesia (que siempre hay que tener en cuenta)

Ningún procedimiento invasivo está exento de riesgos en Medicina

Según resultados del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Chilbirth Group), que ha analizado todos los ensayos aleatorios que comparan el cerclaje cervical con el manejo expectante o con la no aplicación de cerclaje durante el embarazo y los ensayos que comparan una técnica con otra o con otras intervenciones, concluye que no debe ofrecerse la utilización de una sutura cervical a una mujer con riesgo medio o bajo de pérdida de embarazo durante el tercer mes, independientemente de la longitud cervical que revele la ecografía (http://www.cochrane.org/reviews/es/ab003253.html )

11-08-2009

¿Se justifica el cierre peritoneal despues de una cesarea?

Issue 15 - 11 Aug 2009Source:European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology 2009;in press
No cerrar el peritoneo después de una cesárea se asocia con un riesgo elevado de formación de adherencias en comparación con su cierre, de acuerdo con los hallazgos de una revisión sistemática y meta-análisis.
Actualmente, algunas organizaciones de especialistas, tales como el Royal College of Obstetricians and Gynaecologists del Reino Unido, recomiendan el “no-cierre” dado que reduce significativamente el tiempo operatorio y se asocia con menos morbilidad postoperatoria, en comparación con el cierre. Una revisión y meta-análisis de Cochrane también identificó mejores resultados postoperatorios a corto plazo con la ausencia de cierre en comparación con el cierre. Teniendo en cuenta que se disponía de poca información sobre las implicancias a mayor plazo de la no-implementación del cierre, en particular el efecto en la formación de adherencias, investigadores de centros en Southampton y Sheffield, Reino Unido, llevaron a cabo una búsqueda de bibliografía y un meta-análisis. Así, identificaron tres estudios prospectivos relevantes, con un seguimiento de un total de 249 pacientes (de las cuales 110 tuvieron sutura de cierre peritoneal después de cesárea y 139 no). De los tres estudios, dos fueron seguimientos y ensayos aleatorizados controlados, y uno no fue aleatorizado. Los investigadores realizaron dos meta-análisis: uno utilizando una cifra no ajustada del estudio no aleatorizado y uno utilizando una cifra ajustada (con control de los factores de confusión) del mismo estudio. En su nuevo trabajo a publicarse en European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology, los investigadores (Cheong YC y cols.) dicen que el no suturar para el cierre del peritoneo después de una cesárea se asoció con un riesgo significativamente elevado de adherencias a la repetición de cesárea, en ambos meta-análisis. Los coeficientes de probabilidad fueron 2,60 (intervalo de confianza del 95 por ciento 1,48-4,56) en el primer meta-análisis, utilizando datos no ajustados del estudio no aleatorizado, y 4,23 (intervalo de confianza del 95% 2,06-8,69) en el segundo meta-análisis. En la sección de discusión de su trabajo, los investigadores reconocen las limitaciones de su estudio, incluyendo los números relativamente bajos de pacientes involucradas.
Su conclusión es que “existen pocas evidencias para sugerir que el no-cierre del peritoneo después de una cesárea se asocia con más formación de adherencias en comparación con el cierre”. Al discutir si los especialistas deben o no cerrar el peritoneo, los investigadores sugieren que el estudio CAESAR, un ensayo multicéntrico prospectivo de técnicas de cesárea, podría ser una futura fuente útil de datos que podría ayudar en la toma de decisiones.

28-07-2009

Nuevas recomendaciones sobre Dispareunia (dolor en las relaciones)

Issue 14 - 28 Jul 2009 Source:Obstetrics, Gynaecology and Reproductive Medicine 2009;19:215-20
Un trabajo de revisión recientemente publicado discute el pensamiento actual sobre la etiología, diagnóstico y tratamiento de la dispareunia.
Los autores – especialistas del “NHS Foundation Trust” del Hospital Universitario de Norfolk y Norwich, en Norwich, Reino Unido – definen la dispareunia como disfunción sexual indicada por dolor genital experimentado antes, durante o después de una relación sexual. Es difícil determinar la prevalencia exacta, dado que muchas mujeres con dispareunia no buscan consejo médico, pero se han informado prevalencias de hasta el 46 por ciento de las mujeres sexualmente activas en un establecimiento de atención primaria.

En su nuevo trabajo, publicado en la presente edición de la revista Obstetrics, Gynaecology and Reproductive Medicine, los investigadores presentan discusiones exhaustivas de la etiología, confección de la historia clínica, examen e investigación, y tratamiento de la condición. Por ejemplo, los investigadores comentan que el inicio primario de dispareunia (que ocurre con la primera experiencia sexual) a menudo tiene una causa psicosocial.

Por el contrario, el inicio secundario (en el que la paciente tuvo previamente una función sexual normal) habitualmente tiene una causa física aunque también es preciso considerar causas psicológicas. El trabajo enumera una amplia serie de causas físicas de dispareunia.

Estas causas incluyen trastornos abdomino-pélvicos (como endometriosis pélvica), trastornos congénitos (como himen no perforado), trastornos vulvares (tales como infecciones que causan vulvodinia), trastornos vaginales (como vaginismo), sequedad vaginal (por ejemplo sequedad asociada con la menopausia), factores uterinos y ováricos (como una masa pélvica), trastornos gastrointestinales (tales como enfermedad diverticular), tejido cicatrizal (por ejemplo de cirugías pélvicas previas), y causas urológicas (tales como cistitis o uretritis).

El trabajo observa que la dispareunia profunda (dolor experimentado en la pelvis) comúnmente se asocia con dolor pélvico crónico, endometriosis, y enfermedad pélvica inflamatoria crónica. La dispareunia superficial o introital (dolor en o cerca del introito vaginal), en cambio, se asocia comúnmente con vulvodinia, vaginismo, trauma perineal después de dar a luz, y causas psico-sexuales. Los especialistas discuten detalladamente la confección de la historia clínica, teniendo en cuenta que las mujeres raramente se presentan solamente con el síntoma de dispareunia. En cambio, a menudo es un síntoma que acompaña y que necesita ser descubierto mediante el interrogatorio. El examen físico es entonces indicado para excluir patología subyacente. Después de revisar el tratamiento psicosocial, médico y quirúrgico de la dispareunia, los autores presentan una serie de nueve “puntos prácticos”, que incluyen lo siguiente:
“La endometriosis, especialmente con depósitos recto-vaginales, y la enfermedad pélvica inflamatoria crónica son causas importantes de dispareunia”.
“Deben considerarse causas psico-sexuales y realizar la derivación apropiada para el asesoramiento y la evaluación”.
“Es necesario un examen clínico completo del tracto genital inferior para excluir causas orgánicas. La ecografía pélvica no siempre proporciona información adicional”.
“La laparoscopía es un procedimiento invasivo útil para diagnosticar y tratar la endometriosis. En la laparoscopía es común omitir depósitos endometriósicos, y es común la recurrencia”.
El trabajo completo puede verse en línea en el sitio web de la revista Obstetrics, Gynaecology and Reproductive Medicine.

30-06-2009

Uso de Oseltamivir (TAMIFLU) y Zanamivir (RALENZA) en menores de 1 año y EMBARAZADAS

El Grupo de Expertos permanente sobre consideraciones atinentes a al Influenza H1N1 ha realizado una consulta acerca del uso de antivirales en menores de 1 año y en embarazadas. Al respecto informamos que:
Los antivirales inhibidores de la neuraminidasa, sensibles a virus tipo A (H1N1) son Zanamivir y Oseltamivir y a la fecha las condiciones registro basadas en experiencias controladas indican que:Zanamivir está aprobado para el tratamiento de la influenza en adultos y niños a partir de los 7 años de edad y para la prevención de la influenza en adultos y niños a partir de los 5 años. Sólo está disponible para administración por vía inhalatoria.Oseltamivir está aprobado para el tratamiento y la prevención de la influenza en adultos y niños a partir del año de edad. Está disponible la forma farmacéutica Cápsulas y Suspensión oral.

Ante la pandemia declarada oficialmente por la OMS y basándose en que los beneficios que se pueden obtener son mayores a los riesgos potenciales, las Autoridades de regulación de Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y Europa (EMEA), han autorizado el uso de emergencia de Oseltamivir en niños menores de 1 año, mujeres embarazadas y en período de lactancia y de Zanamivir en embarazadas y en período de lactancia.
Estas consideraciones han sido evaluadas analizando estudios epidemiológicos realizados durante períodos entre pandemias anteriores y datos procedentes de la gripe estacional, que indican que el riesgo de contraer la influenza durante el embarazo aumenta el riesgo de neumonía, complicaciones tales como abortos y partos prematuros y complicaciones perinatales.
Asimismo los datos preclínicos y no clínicos realizados en animales, tanto de Oseltamivir como Zanamivir no han mostrado tener efectos dañinos directos o indirectos sobre el desarrollo embrio-fetal, parto o desarrollo postnatal, aún sin contar con datos suficientes en seres humanos. (Categoría C FDA).
Así, se debe iniciar el tratamiento con Zanamivir u Oseltamivir tan pronto como sea posible después de la aparición de los síntomas, obteniéndose los mayores beneficios si se comienza el tratamiento dentro de las 48 Hs.
Asimismo para la prevención de la gripe en mujeres gestantes o con probabilidad de estarlo, que hayan tenido contacto estrecho con casos confirmados o sospechados, se recomienda hacer una valoración individual de beneficios y riesgos sobre la necesidad de tratamiento.
La duración recomendada del tratamiento es de 5 días y de la quimioprofilaxis 10 días.
La posología recomendada para el tratamiento y profilaxis en mujeres embarazadas es la misma que para los adultos:
Tratamiento: Oseltamivir 75 mg dos veces al día o Zanamivir 10 mg dos veces al día.

La biodisponibilidad de Zanamivir es muy baja, de ahí que se recurra a la vía inhalatoria para su administración. Este hecho indica que la exposición sistémica a Zanamivir es considerablemente más baja que Oseltamivir y, por tanto, también la exposición fetal. Esto lo haría aparentemente preferible en mujeres gestantes. Precisamente debido a esta razón algunos expertos consideran que en caso de afectación sistémica importante para la madre, el Oseltamivir podría ofrecer ventajas y sería el antiviral más recomendable.

Profilaxis post exposición: Preferentemente Zanamivir 10 mg por día. Si existen problemas respiratorios que desaconsejan la vía inhalatoria, Oseltamivir 75 mg por día.
Se desconoce si existe un riesgo de transmisión de influenza porcina a través de la leche materna. Se sabe que en algunas especies ambos medicamentos pasan a la leche materna pero se desconoce si esto ocurre igual en humanos. Las extrapolaciones que se han realizado indican que la cantidad que pasa al lactante es muy baja (0,01 mg/día y 0,03 mg/ día de Oseltamivir y su metabolito activo, respectivamente)

Para el caso de uso en pediatría
Los niños menores de 1 año enfrentan un riesgo más elevado de sufrir complicaciones por la influenza, en particular los menores de 6 meses.Dado el riesgo de la influenza en niños pequeños y la escasez de datos con Oseltamivir, los niños menores de 1 año deben ser tratados bajo estricta supervisión médica y los menores de 3 meses en el ámbito hospitalario.No se recomienda la quimioprofilaxis en menores de 3 meses a menos que la situación se considere crítica.
La posología recomendada en niños menores de 1 año para el Oseltamivir es:Tratamiento: 2-3 mg/kg 2 veces al día.
Profilaxis post exposición: 2-3 mg/kg 1 veces al día.
Esta información ha sido valorada por la Dirección de Evaluación de Medicamentos que entiende se ajusta a la situación de emergencia y sustenta idénticas recomendaciones a las expresadas anteriormente.Finalmente, es de entender que la administración de estos fármacos debe estar controlada.

Para instrumentar un mecanismo que permita la Farmacovigilancia de estos medicamentos administrados el punto de contacto es: (011) 4340 0866 Departamento de Farmacovigilancia ANMAT
Buenos Aires 11de Junio de 2009

11-05-2009

Informacion para los medicos sobre las mujeres embarazadas y la influenza porcina

Fuente:centro para el control y prevencion de enfermedades - C.D.C.
Antecedentes
En abril del 2009 se identificaron por primera vez infecciones en seres humanos por un virus de la influenza porcina tipo A (H1N1) que se transmite con facilidad entre las personas. En la actualidad, se está investigando la información epidemiológica y los cuadros clínicos de estas infecciones. En estos momentos no se dispone de suficiente información para determinar qué personas tienen un riesgo más alto de sufrir complicaciones debido a la infección por el virus de influenza porcina tipo A (H1N1). Sin embargo, es razonable suponer que los mismos grupos de personas con un mayor riesgo de sufrir complicaciones por la influenza estacional, por su edad o afecciones, tengan un riesgo más alto de sufrir complicaciones por la influenza porcina.
Las pruebas que corroboran que la influenza puede ser más grave en las mujeres embarazadas se han obtenido de observaciones realizadas durante pandemias anteriores y de estudios en mujeres embarazadas con influenza estacional. Se notificó un número elevado de muertes en mujeres embarazadas asociadas a la influenza durante las pandemias de 1918-1919 y de 1957-1958. Se han notificado resultados adversos en embarazos después de las pandemias de influenza anteriores, entre los que se incluyen tasas elevadas de abortos espontáneos y nacimientos prematuros, especialmente en mujeres embarazadas con neumonía. Informes de caso y varios estudios epidemiológicos realizados durante periodos entre pandemias indican que el embarazo aumenta el riesgo de que la madre sufra complicaciones por la influenza y puede aumentar el riesgo de tener complicaciones durante el parto o de que el bebé sufra problemas perinatales.
Cuadro clínico
Es de esperar que las mujeres embarazadas con influenza porcina presenten enfermedades respiratorias agudas típicas (p.ej., tos, dolor de garganta, rinorrea) y fiebre o febrícula. Muchas mujeres embarazadas tendrán un caso típico de influenza sin complicaciones. Sin embargo, en algunas mujeres embarazadas, la enfermedad avanzará rápidamente y puede complicarse por infecciones bacterianas secundarias como neumonía. Puede presentarse sufrimiento fetal asociado a enfermedad grave en la madre. Deben realizarse pruebas en las mujeres embarazadas que se presuma tienen una infección por el virus de la influenza porcina tipo A (H1N1) y las muestras tomadas de mujeres con infecciones por virus de la influenza tipo A que no se puedan subtipificar deben ser enviadas al laboratorio estatal de salud pública para diagnósticos adicionales con el fin de identificar el virus de la influenza porcina tipo A (H1N1).
Tratamiento y quimioprofilaxis
El virus de la influenza porcina tipo A (H1N1) que está circulando en la actualidad es sensible a los medicamentos antivirales inhibidores de la neuraminidasa: zanamivir (Relenza®) y oseltamivir (Tamiflu®), pero es resistente a los medicamentos antivirales del grupo adamantane: amantadina (Symmetrel®) y rimantadina (Flumadine®). Las mujeres embarazadas que se considere tienen casos presuntos, probables o confirmados de infección por el virus de la influenza porcina tipo A (H1N1) de acuerdo a las definiciones de caso deben recibir tratamiento antiviral empírico. Las mujeres embarazadas que son contactos cercanos de personas con casos presuntos, probables o confirmados de infección por el virus de la influenza porcina tipo A (H1N1) deben recibir quimioprofilaxis.
Tal como se recomienda para otras personas que reciben tratamiento, se debe iniciar el tratamiento con zanamivir o oseltamivir tan pronto sea posible después de la manifestación de los síntomas de la influenza, y se espera que los beneficios sean mayores si el tratamiento se comienza dentro de las 48 horas de aparición de la enfermedad, de acuerdo a estudios realizados sobre la influenza estacional. Sin embargo, datos obtenidos de estudios sobre la influenza estacional indican que los pacientes hospitalizados se benefician aun cuando el tratamiento empiece más de 48 horas después de la aparición de la enfermedad. La duración recomendada del tratamiento es cinco días y de la quimioprofilaxis 10 días. El tratamiento con oseltamivir y zanamivir y la pauta posológica para la quimioprofilaxis recomendados para las mujeres embarazadas son los mismos que los recomendados para los adultos con influenza estacional. Las recomendaciones sobre el uso de medicamentos antivirales en mujeres embarazadas pueden cambiar a medida que se reciba más información sobre sensibilidad antiviral.
Uno de los efectos adversos más estudiados de la influenza es su hipertermia asociada. Los estudios han indicado que la hipertermia materna durante el primer trimestre duplica el riesgo de que el bebe sufra defectos del tubo neural y puede estar asociada a otros defectos congénitos y eventos adversos. Ciertos datos sugieren que el riesgo de que el bebé sufra defectos congénitos asociados a la fiebre puede reducirse con el uso de medicamentos antipiréticos o de multivitamínicos que contengan ácido fólico. Se ha indicado que la fiebre en las mujeres embarazadas durante el parto es un factor de riesgo para que el bebé sufra problemas neonatales o del desarrollo, como convulsiones neonatales, encefalopatía, parálisis cerebral infantil y muerte neonatal. Aunque es difícil diferenciar los efectos de la causa de la fiebre de la hipertermia, la fiebre en las mujeres embarazadas debe ser tratada debido al riesgo que la hipertermia parece ocasionar en el feto. El acetaminofeno parece ser la mejor opción para el tratamiento de la fiebre durante el embarazo aunque los datos sobre esta exposición tan frecuente son limitados.
El embarazo no se debe considerar como una contraindicación al uso del oseltamivir o zanamivir. Las mujeres embarazadas pueden tener un riesgo más alto de sufrir complicaciones graves debido a la influenza porcina y los beneficios obtenidos por el tratamiento o la quimioprofilaxis con zanamivir u oseltamivir lo más probable es que sean mayores que los riesgos teoréticos sobre el uso de antivirales. Los medicamentos oseltamivir y zanamivir se consideran "medicamentos de categoría C" cuando son utilizados durante el embarazo, lo que significa que no se han realizado estudios clínicos para evaluar su inocuidad en mujeres embarazadas. Debido a que se desconocen los efectos de los medicamentos antivirales contra la influenza en las mujeres embarazadas y sus fetos, solamente se debe usar oseltamivir o zanamivir durante el embarazo si los beneficios potenciales justifican el riesgo potencial para el embrión o feto.
Aunque se han notificado algunos efectos adversos en mujeres embarazadas que tomaron estos medicamentos, no se ha establecido una relación entre el uso de estos medicamentos y esos eventos adversos. Debido a su efecto general, se prefiere el tratamiento con oseltamivir en mujeres embarazadas. Es menos claro qué medicamento es mejor para la profilaxis. Se puede preferir usar zanamivir por su limitada absorción general; sin embargo, se debe considerar la posibilidad de que ocurran complicaciones respiratorias asociadas al uso de zanamivir debido a que la ruta de administración es inhalada, especialmente en mujeres que tienen riesgo de sufrir problemas respiratorios.

Otras formas de reducir el riesgo en las mujeres embarazadas
Aun no se dispone de una vacuna para prevenir la influenza porcina tipo A (H1N1); sin embargo, el riesgo de adquirir esta enfermedad puede reducirse tomando las siguientes medidas que reducen la posibilidad de exposición a infecciones respiratorias. Estas medidas incluyen el lavado frecuente de las manos, cubrirse la boca al toser y hacer que las personas enfermas se queden en casa, excepto para obtener atención médica, así como disminuir el contacto con otras personas en la casa. Otras medidas que pueden limitar la transmisión de una nueva cepa de influenza son la cuarentena voluntaria en el hogar de las personas con casos probables o confirmados de influenza porcina, la disminución del contacto social innecesario y el evitar en lo posible entornos donde haya muchas personas. Si se usan correctamente, las mascarillas y los respiradores pueden ayudar a reducir el riesgo de adquirir la influenza, pero se deben utilizar junto con otras medidas de prevención como evitar el contacto cercano y mantener una buena higiene de las manos. Un respirador que se ajusta bien a la cara puede evitar que se filtren las partículas pequeñas que se suelen inhalar a través de los bordes de una mascarilla, pero a diferencia de las mascarillas, la respiración con el respirador se hace más difícil durante periodos largos.

Información sobre la lactancia materna
Los bebés que no están siendo amamantados son en particular más vulnerables a sufrir infecciones y hospitalizaciones por enfermedades respiratorias graves. Se debe recomendar que las mujeres que den a luz empiecen a amamantar al bebé enseguida y que lo hagan frecuentemente. Lo ideal es que los bebés reciban la mayor parte de su nutrición de la leche materna. En lo posible se debe evitar complementar la alimentación con leche en fórmula, para que el bebé reciba tantos anticuerpos maternos como sea posible.
Si la mamá está enferma, debe continuar lactando al bebé e incrementar la frecuencia con que lo alimenta. Si debido a su enfermedad la mamá no puede amamantar en forma segura al bebé, se le debe recomendar que se saque la leche con una bomba para extraer la leche materna. Se desconoce si existe un riesgo de transmisión de influenza porcina a través de la leche materna. Sin embargo, son muy poco frecuentes las notificaciones de viremia debido a la infección por la influenza estacional.
Se debe alimentar con leche materna extraída a los bebés que están muy enfermos para amamantar. En ciertos casos, los bebés pueden alimentarse con leche materna donada obtenida de un banco de leche materna certificado (Ver en inglés: HMBANA-certified milk bank).
El tratamiento o la profilaxis con medicamentos antivirales no se debe considerar una contraindicación para la lactancia materna.
Informe a los padres y personas que cuidan de los bebés sobre cómo protegerlos de la propagación de gérmenes que causan enfermedades respiratorias como la H1N1 (gripe porcina).
Los adultos deben lavarse sus manos y las de los bebés frecuentemente con agua y jabón, especialmente después de que el bebé se pase las manos por la boca.
Los bebés y sus mamás deben tener un contacto cercano lo más posible y se recomienda el contacto de piel a piel entre las madres y sus hijos desde un comienzo y con bastante frecuencia.
Trate de no compartir los juguetes y otros artículos que los bebés se lleven a la boca. Lave cuidadosamente con agua y jabón todas las cosas que los bebés se llevan a la boca.
No deje que otros adultos o bebés se lleven los chupetes (incluida la argolla o manija del chupete) y otros artículos a la boca antes de dárselos al bebé.
Tenga en cuenta las normas de higiene al toser y estornudar.
Se puede obtener más información sobre la influenza porcina en http://www.cdc.gov/h1n1flu/espanol/ o llamando al 1-800-CDC-INFO.
Otros enlaces: Preparación y planificación frente a una pandemia de gripe (influenza)

23-02-2009

Un farmaco que borra los malos recuerdos

Un equipo holandés borra recuerdos relacionados con el miedo en varias personas. Es la primera vez que un experimento de este tipo se realiza en humanos.

El mecanismo es sencillo. Basta con administrar al paciente una dosis de propranolol, un beta-bloqueante empleado en el tratamiento de la hipertensión, antes de la evocación del recuerdo. Este sencillo gesto "rompe" el proceso de reconsolidación de la memoria y ésta desaparece o permanece en el olvido y no alcanzamos a recordarla.
La ciencia descubrió que durante los primeros compases de formación de un recuerdo era posible actuar sobre ellos y hacerlos desaparecer. Durante años, se creyó, sin embargo, que los recuerdos ya consolidados en la memoria eran inamovibles. Pero pronto numerosas investigaciones realizadas en animales dieron con su talón de Aquiles: la reconsolidación. Cada vez que se evoca una determinada memoria, ésta puede ser modificada y, por tanto, eliminada. Ahí fue donde centraron sus esfuerzos los especialistas en la materia.
Merel Kindt y sus colegas del Departamento de Psicología Clínica de la Universidad de Amsterdam decidieron poner en marcha con seres humanos lo que otros habían llevado a cabo en animales. Cuarenta sujetos se prestaron para el ensayo que borraría de sus mentes un recuerdo que se les había creado mediante un sencillo ejercicio de condicionamiento del miedo (mostrándoles fotos de arañas acompañadas o no de un estímulo "doloroso").
Un día después de la adquisición de ese miedo, la mitad de los participantes recibió un placebo y la otra una dosis de 40 mg de propranolol y se dispusieron para la reactivación del recuerdo. Veinticuatro horas más tarde, aquellos que habían tomado el fármaco no mostraron reacción de miedo frente al estímulo (en este caso, las imágenes de arañas) en contra de lo que ocurría en el grupo del placebo.
Sencillamente, no tenían miedo a las imágenes porque no recordaban que debían tenerlo. "Un resultado muy prometedor para el tratamiento de memorias intrusivas [aquellas persistentes e indeseadas] tales como las que suceden en el síndrome de estrés postraumático", ha explicado a elmundo.es Joseph LeDoux, catedrático de Neurociencia y Psicología en la Universidad de Nueva York, uno de los máximos exponentes en este campo.
El propranolol, un fármaco consumido por millones de hipertensos en el mundo, actúa sobre los receptores beta-adrenérgicos de la amígdala (estructura cerebral relacionada con el aprendizaje emocional y la modulación de la memoria) durante el procesamiento de información emocional. Es posible, se aventuran los autores en las páginas de la revista "Nature Neuroscience", que "interrumpa la síntesis de proteínas de la memoria amigdalar del miedo, provocando la alteración de ese recuerdo".
Para Merel Kindt, "estos hallazgos muestran que podremos desarrollar técnicas capaces de reducir permanentemente miedos como los del estrés postraumático, fobias y otros trastornos de ansiedad", según ha declarado a este medio. Su trabajo es "una extensión muy importante a los seres humanos de los trabajos realizados en animales por mi laboratorio"- en palabras de LeDoux-, que han servido para establecer las nociones básicas de estos estudios y en los que se basa buena parte del resto de investigaciones

03-02-2009

SALDAR DEUDAS CON EL SUEÑO

Fuente:Marzo 2008 [Psychologies nº 48].
http://www.psychologiesrevista.com/expertos/experto2_38.html

Emilio tiene 37 años y dirige su propia empresa. Me comenta que está perdiendo la memoria y que está convencido de que tiene un principio de Alzheimer. Ya ni siquiera se molesta en intentar recordar el nombre de la gente nueva que va conociendo, aun siendo consciente de lo importante que es para su negocio.
Ayer mismo, no se acordaba del número de teléfono de su socio al que llama todos los días y tuvo que consultar su agenda. "De todas formas, no creía que la senilidad comenzara tan pronto…", comenta.
Mi primera pregunta le sorprendió: "¿Cuántas horas duermes por la noche?
-Entre seis y siete horas,
¿por qué?
-¿Necesitas un despertador para levantarte por las mañanas?
-¡Claro! Si no, no me despertaría.
-Si te tumbaras durante el día en una habitación con poca luz,
¿crees que te quedarías dormido?
-Sí. He intentado ir a clases de yoga pero, en cuanto empezamos con la relajación, me quedo dormido".
El diagnóstico es claro: falta crónica de sueño. Según mi experiencia, constituye la principal causa de problemas de memoria en las personas jóvenes, mucho más frecuente que la demencia.
Varios estudios realizados en Estados Unidos estiman que más de la mitad de las personas dormimos entre una hora y una hora y media menos de lo necesario.
En el siglo XVIII, la media de horas de sueño estaba entre nueve horas y nueve horas y media, ritmo que se calculaba según las fases del sol y la luna. Pero, en nuestro siglo, respetar las necesidades de sueño se ha convertido en un lujo. Algo que solo hacemos en vacaciones, y ni siquiera. En las ciudades, admitir que dormimos más de ocho horas denota incluso una cierta "falta de ambición". Sin embargo, las consecuencias por la falta de sueño no se limitan a meros problemas de memoria. También provoca problemas de concentración, irritabilidad crónica con nuestros hijos o empleados, dificultades a la hora de tomar decisiones y, lo que es aún más grave, dificultades para encontrar el placer en las pequeñas cosas de la vida… y para sonreír. Se estima que funcionamos tan al límite de nuestras necesidades que los accidentes de tráfico aumentan un 10 por ciento durante la jornada en que pasamos al horario de verano y perdemos una hora de sueño. Además, la falta de sueño es la segunda causa de accidente en la carretera, después del alcohol.
¿Cómo saldaríamos esta deuda con el sueño? Lo primero que hay que saber es que es acumulativo: no basta con dormir toda una noche para recuperar la pérdida de una a dos horas diarias de sueño durante un mes. Tampoco sirve dormir una hora más durante el fin de semana. Para quienes puedan hacerlo, una siesta de 20 minutos es una buena forma de recuperar.
¿Lo ideal? Hacer lo que me aconsejaba siempre mi abuela: acostarse una hora antes por la noche.

27-01-2009

Torta de chocolate para celebrar el nacimiento de mi Bebe.

Baby Cake!!!
Ingredientes:
160gr de Chocolate Oscuro sin azúcar
100gr de Mantequilla ligera
2 Huevos enteros
2 Yemas de huevo adicionales
½ Taza de Splenda
2 Cucharadas de Batido de proteínas sabor a chocolate

Preparación

1.calentar el horno a 230grados Cº
2.engrasar los moldes individuales con mantequilla ligera
3.derretir a baño de maría el chocolate y la mantequilla ligera, dejar enfriar la mezclaligeramente
4.batir los huevos, las yemas y el splenda hasta tener una mezcla cremosa
5.añadir la mezcla con el chocolate y seguir batiendo vigorosamente
6.agregar el batido de proteínas y mezclar haciendo movimientos envolventes con una espátula de goma
7.servir la pasta en los moldecitos
8.hornear durante 9 minutos o hasta que tenga una consistencia dura la corteza de afuera

13-01-2009

Actualizacion en terapia hormonal

Fuente: Obstetrics, Gynaecology and Reproductive Medicine 2008; in press
Issue 25: 13 ene 2009


Una nueva revisión proporciona una síntesis del actual cuerpo de evidencias sobre los potenciales riesgos y beneficios, y el uso apropiado de la terapia hormonal.
En el trabajo titulado “Hormone replacement therapy [Terapia de reemplazo hormonal]: a 2008 perspective” [una perspectiva del año 2008], programado para publicación en la revista Obstetrics, Gynaecology and Reproductive Medicine, el Profesor Alastair MacLennan de la Universidad de Adelaida, Australia, revisa la evidencia publicada disponible sobre la terapia hormonal. El Prof. MacLennan es ex-jefe de redacción de Climateric, la revista de la Sociedad Internacional de Menopausia.

En su trabajo señala cuánto ha cambiado, en virtud de las nuevas evidencias, desde 2002 cuando se publicaron los resultados iniciales del estudio “Women’s Health Initiative” (WHI). Este ensayo aleatorizado y controlado a largo plazo involucró una población de edad avanzada relativamente asintomática que comenzó la terapia hormonal 13 años en promedio después de la menopausia. Después de 5 años de terapia combinada de estrógeno y progesterona hubo una reducción significativa de fracturas pero sin beneficio cardiovascular general, y hubo un aumento de cáncer de mama y tromboembolismo en comparación con el grupo con placebo.

Los informes de estos datos de los medios de comunicación tuvieron efectos importantes sobre la aceptación de la terapia hormonal, tal como comenta el Prof. MacLennan: “La reacción de los medios ante esta primera revisión de los datos del WHI instó hasta dos terceras partes de las usuarias de TH a suspender la terapia, a menudo sin consulta médica”.

Sin embargo, agrega, los análisis recientes del estudio WHI, otros ensayos aleatorizados y controlados, y estudios de observación y en animales “ahora han unificado muchos de los datos de la TH y cambiado la proporción riesgo:beneficio para la gran mayoría de las mujeres que comienzan la TH para controlar los síntomas en torno a la menopausia”.

El Prof. MacLennan continúa presentando y revisando los datos actualmente disponibles, y trata a su vez: Enfermedad cardiovascular, cáncer de mama, cáncer ovárico, tromboembolismo, fracturas, función cognitiva/demencia, accidente cerebro-vascular y cáncer de intestino y uterino.

El trabajo continúa con secciones sobre el control de los síntomas menopáusicos y la calidad de vida, sobre tibolona, y sobre efectos secundarios iniciales, antes de arribar finalmente a las conclusiones. En esta sección, el Prof. MacLennan dice: “El mensaje es que los datos más recientes sobre la TH no justifican el temor y el enfoque ultraconservador adoptado en 2002”.

El Profesor plantea que las principales indicaciones para la terapia hormonal continúan siendo el control de los síntomas menopáusicos para mejorar la calidad de vida y la prevención de las fracturas osteoporósicas, particularmente en las mujeres menopáusicas jóvenes en quienes el riesgo es bajo: “Cuando se inicia la TH cerca de la menopausia para el control de los síntomas y la consiguiente mejoría de la calidad de vida, es probable que haya beneficios adicionales óseos, cardíacos y posibles beneficios cognitivos que superen los riesgos [tales como el riesgo potencial de accidente cerebro vascular] que no son considerablemente elevados antes de los 60 años”.

En conclusión, el Profesor escribe: “Las terapias menopáusicas se están convirtiendo en regímenes más seguros, los que minimizan o eliminan la progesterona sistémica, en vías más seguras, en dosis más bajas y más seguras, y en mujeres más seguras”.

18-12-2008

Definicion del Sindrome de ovario Poliquistico

El Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) es una alteración endocrinológico y metabólica que afecta entre el 10 a 15% de las mujeres chilenas en edad reproductiva. Es un trastorno común, pero extremadamente heterogéneo.

Se presenta típicamente con:
-hiperandrogenismo y trastornos de la ovulación

Y puede acompañarse de:
-intolerancia a la glucosa
-obesidad
-alteraciones en el perfil de lípidos séricos

Para el diagnóstico y clasificación del SOP se puede recurrir a sus rasgos clínicos característicos:
A. CRITERIOS MAYORES
-Anovulación
-Oligo-amenorrea(ciclos menstruales irregulares)
-Hiperandrogenemia
-Hirsutismo severo
-Resistencia insulínica

B. CRITERIOS MENORES
-Ovario Poliquístico en ecografía
-Acné
-Niveles elevados de LH y FSH o LH/FSH>3
-Hirsutismo leve
-Obesidad

El indicador más usado es la presencia de una imagen ecográfica característica de ovario poliquístico (observar en uno o ambos ovarios la presencia de más de 8 folículos menores de 10 milímetros de diámetro).
Sin embargo pueden hallarse ovarios de estas características en mujeres normales y mujeres con otras enfermedades endocrinológicas como la amenorrea (ausencia de menstruaciones) hipotalámica y la hiperplasia suprarrenal congénita.
Para que se desarrolle el SOP se requiere de una predisposición genética la cual es autosómica dominante, es decir basta con que uno de los dos padres tenga predispoción a esta alteración para que pueda manifestarse.
Los antecedentes familiares de diabetes, hipertensión, colesterol alto y/o calvicie indican que puede existir predisposición genética a tener un SOP.
En la fisiopatología del síndrome está implicada la RESISTENCIA A LA INSULINA y el HIPERINSULINISMO. Además se sabe que el HIPERANDROGENISMO es parte importante del síndrome. Se cree que la hiperinsulinemia sería la condición primaria. Sin embargo, ello no está claramente demostrado.


I) Hiperandrogenismo.

El 76.8% de las consultas por disfunción ovárica (hirsutismo, acné, irregularidades menstruales u obesidad) presentan alteraciones en los niveles de andrógenos (testosterona), siendo la patología más frecuente el hiperandrogenismo (66.9%), el que sería de origen ovárico y/o suprarrenal. También hay una alteración en la SHBG, o prteína transportadora de hormonas esteroidales.
II) Alteraciones de la ovulación.

Son muy frecuentes y se presentan como reglas irregulares, períodos muy largos sin menstruación o ausencia de las mismas. Ello se llama oligo o amenorrea y comienza alrededor de la menarquia o primera menstruación. Hay gran variabilidad en el grado y cronicidad de la irregularidad menstrual. Una joven debería menstruar con una frecuencia de intervalos entre 24 a 36 días. Si ella presenta períodos de 45, 60 o más días sin menstruar tiene una alteración en su ovulación. La irregularidad menstrual no se mejora con el tiempo, sino que permanece igual o se empeora.
III) Resistencia a la insulina

En el 74.5% de mujeres con un SOP se ha observado una hiperinsulinemia o resistencia insulínica. Esta es más notoria en pacientes con anovulación crónica. El aumento en la insulina se relaciona con la mayoría de las complicaciones tardías.
IV) Obesidad.

El 40-50% de las pacientes con SOP tiene problemas de obesidad. Esta es de tipo androide y se sabe que al no tratarla empeora la resistencia insulínica.


La presencia de un SOP puede en el largo plazo asociarse a:
1.-Importante morbilidad reproductiva (infertilidad, sangrado anormal, abortos espontáneos y complicaciones en el embarazo).
2.-Hiperplasia endometrial y cáncer de endometrio. Especialmente relacionadas con la resistencia insulínica:
3.-Aumento de factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares (riesgo de Infarto agudo al miocardio de 7 veces) y cerebrovasculares.
4.-Hipertensión.
5.-Intolerancia a la glucosa y Diabetes Mellitus tipo 2 (7,5% de las pacientes obesas v/s 1.5% de las pacientes no obesas).
6.-Aumento del colesterol total, especialmente LDL y TG, con disminución del HDL.
7.-Alteración de la actividad fibrinolítica con riesgo de lesiones vasculares.
8.-Menor lipólisis que dificulta la baja de peso.

IMPORTANCIA Y NECESIDAD DEL DIAGNOSTICO PRECOZ
Es importante considerar lo beneficioso que es el diagnóstico oportuno de esta patología, que se manifiesta en los primeros años post-menarquia, en los resultados del tratamiento.
La meta de la terapia en casos de SOP moderado a severo debería ser revertir o reducir la severidad de los síntomas clínicos, mejorar las alteraciones metabólicas y lograr que la mujer ovule. Es necesario saber que regularizar los ciclos en base a la administración de hormonas (en forma de anticoncepticos orales u otros) no necesariamente mejora el SOP, sino que más bien lo enmascara.

Las terapias disponibles actualmente para tratar el SOP son:
- Modificación del estilo de vida.

Esto es fundamental en las pacientes con SOP. La modificación del estilo de vida se logra mediante:
Esta debe ser supervisada por una nutricionista, ya que no debe verse alterada la calidad de la ingesta. Es importante destacar que como se puede tratar de jóvenes aun en período de desarrollo, el tipo de dieta debe ser suficiente para sustentar las actividades normales y el buen desarrollo. En general debe restringirse la glucosa y compuestos como el cigarro y el café.
este debe ser supervisado por un profesor de educación física, ya que se logran resultados óptimos con los programas adecuados. Un buen programa de ejercicio permite en el tiempo mínimo lograr resultados. Es muy importante considerar que sin ejercicio, el hiperandrogenismo será muy, muy difícil de revertir y ello genera frustación. Además, el ejercicio influye considerablemente en el estado anímico de la persona. El ejercicicio también ayda a revertir el hiperinsulinismo y por ende el SOP.
-DROGAS
En el tratatamiento del SOP también se utilizan ciertos medicamentos como la Metformina. Esta ayuda a revertir el hiperinsulinismo. Debe ser administrada por un médico con conocimiento en el manejo de esta patología.
En las pacientes con SOP y un hiperandrogenismo asociado, el uso de compuestos como la dexametasona en bajas dosis se ha visto ser muy eficaz. Este ayuda a recuperar la ovulación y disminuir los efectos asociados al hiperandrogenismo como el acné, y los cambios en el estado de ánimo.
Las hormonas esteroidales (estrógenos y progestinas) pueden ocasionalmente ser de utilidad en el amnejo del SOP. En general debe considerarse que su uso es pañiativo y no trata la enfermedad de base.
Otros fármacos como la flutamida, análogos de GnRH y otros pueden también utilizarse en forma ocasional en el tratamiento del hirsutismo (aumento del vello) y acné. Estos se utilizan en casos en que estos trastornos son severos y afectan la calidad de vida de la paciente. Su uso por un largo plazo no es recomendado. El objetivo del tratamiento debe considerar que la paciente mediante los cambios de hábito y un mínimo de medicamentos logre manejar su condición de manera tal de tener una vida normal.
La meta de la terapia debería ser revertir o reducir la severidad de los síntomas clínicos, mejorar las alteraciones metabólicas y lograr que la mujer ovule.

Sindrome de Ovario Poliquistico. Tenemos que actuar a tiempo

Diagnosticar oportunamente el Sindrome de Ovario Poliquístico, así como la mayoría de las enfermedades, es el factor más importante a considerar si queremos obtener buenos resultados con el tratamiento.
¿Cómo podemos estar seguros de que no estamos dejando pasar un problema que podría influir en nuestra fertilidad en el futuro y que nos causa tantas molestias hoy?
Esta patología se manifiesta en los primeros años post-menarquia (primera menstruación), que actualmente ocurre en las niñas alrededor de los 11-12 años, principalmente por mostrar ciclos menstruales irregulares. Esto muestra que la edad ideal para consultar por primera vez, sería entre los 14-16 años, ya que se espera que las menstruaciones se regularizen dos años después de haber comenzado.
Hoy en día no existe conciencia sobre la relevancia de este punto, lo que se refleja en los datos que muestran que la edad de consulta se concentra entre los 18 y los 25 años de edad, a pesar de que en las niñas de 14-16 años, entre el 50 y 80% de los ciclos menstruales presentan características anovulatorias. Es decir, hay un 80% de adolescentes que tienen ciclos irregulares, y sin embargo lo consideran "normal", lo que las lleva a consultar tardíamente, cuando ya no es mucho lo que queda por hacer...
Esto podría explicarse por la creencia que existe de que los ciclos se regularizan con la edad o con la paridad, la cual ha sido absolutamente desmentida por los científicos (de aquí la típica frase que decían antiguamente muchos médicos: "no se preocupe, cuando se case se va a mejorar" ). Hoy se sabe que la duración del ciclo no se normaliza por el solo hecho de que aumente la edad. Hay problemas hormonales que es necesario resolver para lograrlo.
Por lo tanto es importante considerar que si una adolescente continúa presentando ciclos irregulares después de los dos primeros años de la menarquia, estos pueden causar problemas reproductivos y alteraciones metabólicas en la edad adulta. Es decir no basta con observar los ciclos esperando una regularización futura, sino que es clave actuar a tiempo.

¿Cómo podemos actuar a tiempo?
Lo más importante es que aprendas y te acostumbres a registrar tus ciclos menstruales y observes si son normales y regulares. Un ciclo Normal es aquel que dura entre 24 y 36 días. Si tu ciclo es mas corto o más largo (por más de dos meses en al año), es importante que consultes y verifiques si estás ovulando.
Además hay otras pistas que te pueden ayudar a sospechar que tienes SOP, para lo cual hemos puesto a tu disposición un test que evalúa el riesgo probable que tienes de tener SOP. Este Test ya está siendo aplicado como plan piloto de prevención en algunos colegios del país. Contesta a las preguntas y suma el puntaje obtenido, si tienes mediano o alto riesgo, atenta: a lo mejor es tiempo de actuar!
Recuerda: Para cuidar tu salud, ¡¡¡Prevenir es mejor que Curar!!!

Ejercicios y Sindrome de ovario poliquistico

La característica de rol farmacológico del programa de ejercicio físico en el tratamiento del hiperinsulinismo en niñas con S.O.P. debe cumplir idealmente con el siguiente protocolo:
Tipo -----------Cardiovascular (Aeróbico)
Intensidad ---------- Baja (60% a 70% FCMáx.)
Frecuencia ---------- 3 a 4 veces por semana
Duración -------------Larga
Musculatura ---------Grandes Grupos Musculares
Sistema Producción Energía -Fibras Musculates Tipo I (FT I)

El ejercicio físico de tipo cardiovascular (aeróbico) está directamente asociado a una mayor utilización de la glucosa cuando es de baja intensidad (moderado) y de larga duración (sostenido), aumentando así la sensibilidad a la insulina.
El ejercicio físico cardiovascular nos permite utilizar las fibras musculares de tipo I (FT I), que cumplen con las siguientes características:
-Alta actividad oxidativa (ricas en mitocondrias).
-Incorporan oxígeno al organelo mitocondrial de la célula muscular para producir energía.
-Alta densidad capilar en el músculo esquelético.
-Metaboliza la glucosa dependiente de la insulina.
-Contracción lenta y resistente a la fatiga.


La función fisiológica del ejercicio físico en insulina, está determinada por las células beta del páncreas que libera insulina ante un incremento del azúcar; la que se une a un transportador de proteína de la sangre para introducir la glucosa a las células musculares, hepáticas, adipocitos entre otras. La insulina para que tenga efecto en el músculo esquelético debe unirse a un receptor. El receptor de insulina está compuesto por 2 unidades Alfa (extracelular) y 2 unidades Beta. La insulina se une a una unidad Alfa autofosforila (más 1 fosfato) y a la proteína tirosina quinasa, estimulando otras reacciones bioquímicas intracelulares produciendo la translocación de la proteina GLUT-4 incrementando el número de receptores de la insulina activos en la Membrana Citoplasmática (MC).


El resultado de la práctica del ejercicio físico moderado y sostenido permite aumentar el número de proteínas GLUT-4 de la MC, mejorando la sensibilidad a la insulina. Todo este proceso permite introducir la glucosa y otros nutrientes en la célula, recuperando los niveles normales de glucosa en la sangre.

11-12-2008

Comparacion de Técnicas de Histerectomia

Issue 23: 9 dic 2008 Fuente: International Journal of Gynecology and Obstetrics 2008;103:227-31

Un estudio recientemente publicado ha evaluado y comparado los resultados de tres técnicas quirúrgicas – histerectomía vaginal (HV), histerectomía vaginal asistida por laparoscopía (HVAL), e histerectomía por minilaparotomía (MiniLPT) – en el tratamiento de pacientes con miomas sintomáticos y úteros agrandados.

Especialistas del Hospital Universitario Tor Vergata de Roma, Italia, asignaron al azar a un total de 150 mujeres que requerían histerectomía por úteros miomatosos y agrandados a tres grupos de tratamiento, con 50 mujeres en cada grupo.

No hubo diferencias de importancia en las características de las pacientes entre los tres grupos. La media etárea de las mujeres era 47-49 años, su paridad media 2,0-2,2, y su peso uterino promedio 330-369 g.

Los investigadores hallaron una diferencia significativa entre los grupos en la primera medición del resultado primario del tiempo promedio hasta el alta hospitalaria después de la cirugía. Para ser consideradas aptas para el alta, las pacientes tenían que poder tolerar una dieta normal, vestirse solas, tener movilidad completa, no tener fiebre y no requerir analgésicos. El momento promedio hasta el alta hospitalaria resultó ser el más prolongado en el grupo con MiniLPT, a las 95 horas, y el más corto en el grupo con HV, a las 46 horas. En el grupo con HVAL el tiempo promedio hasta el alta fue 70 horas.

Los investigadores también hallaron diferencias significativas entre los grupos en determinadas mediciones del resultado secundario:

Tiempo de operación promedio: 70 minutos en el grupo con HV, 125 minutos en el grupo con HVAL, y 133 minutos en el grupo con MiniLPT.
Pérdida de sangre promedio: 181 mL en el grupo con HV, 351,6 mL en el grupo con HVAL, y 474,8 mL en el grupo con MiniLPT.
Tiempo promedio de íleo paralítico: 18 horas en el grupo con HV, 28 horas en el grupo con HVAL, y 32 horas en el grupo con MiniLPT.
Además, las mujeres en los grupos con MiniLPT y HVAL tuvieron más frecuentemente dolor postoperatorio que las mujeres en el grupo con HV. Una evaluación de la intensidad del dolor postoperatorio informado por las mismas pacientes a las 24 horas reveló que no había dolor en el 50 por ciento de las mujeres en el grupo con HV, en el 30 por ciento del grupo con MiniLPT, y en el 15 por ciento del grupo con HVAL.

No hubo conversiones a laparotomía o complicaciones intraoperatorias en ninguno de los tres grupos. Tampoco hubo diferencia significativa entre los grupos en la ocurrencia de complicaciones postoperatorias tempranas (una ocurrió en el grupo con MiniLPT, ninguna en el grupo con HV, y dos ocurrieron en el grupo con HVAL).

Al informar sus hallazgos en su trabajo publicado en la presente edición de la revista International Journal of Gynecology and Obstetrics, los investigadores concluyen que la HV fue el método más rápido, se asoció con menos pérdida de sangre, y dio como resultado la duración más corta de íleo paralítico, en comparación con los otros dos métodos.

Y escriben: “La HisterectomiaVaginal debería ser el abordaje quirúrgico preferido en las mujeres con útero miomatoso y agrandado. Cuando la HV no es viable, la HVAsistida por Laparoscopia debería considerarse una alternativa a la MiniLPT”. Sin embargo, los investigadores agregan que se necesitan más estudios prospectivos para confirmar los hallazgos.