01-08-2008

Examen de Papanicolau

¿Qué es un examen de Papanicolau?


Un examen de Papanicolau es un examen usado para detectar células que podrían convertirse en cáncer de cervix, la parte del útero que se conecta a la vagina. Esta prueba también detecta infecciones y otras células cervicales anormales.
Desde que fue introducido por George Papanicolau en la década de 1940 (por quien se le dio este nombre), el examen de Papanicolau se ha convertido en la herramienta para detectar el cáncer más exitosa que jamás se haya inventado. Esta simple prueba ha reducido en un 70 por ciento las muertes producidas por cáncer en las mujeres.

¿Con qué frecuencia debo hacerme uno?
Usted debe realizarse el examen de Papanicolau de manera rutinaria desde el momento que tiene relaciones sexuales por primera vez (o desde los 18 años, cualquiera que suceda primero) hasta la etapa final de la menopausia. Muchos expertos recomiendan que se haga el examen todos los años; sin embargo, si con frecuencia los resultados son negativos, es posible que su médico le sugiera que se someta a este examen en intervalos más prolongados.
Usted debe realizarse un examen de Papanicolau todos los años si alguno de los siguientes enunciados aplica en su caso:
· Si ha tenido múltiples parejas sexuales o si ha estado con un compañero que ha tenido múltiples parejas sexuales.
· Si usted tuvo su primera relación sexual antes de cumplir 18 años.
· Si usted ha tenido un compañero sexual cuyas parejas anteriores incluyeron a alguien con cáncer cervical.
· Si usted tiene antecedentes médicos de infección por herpes genital o de verrugas genitales causadas por el virus del papiloma humano.
· Si usted es VIH positivo.
· Si usted fuma.
· Si su sistema inmune se encuentra más bajo de lo normal (por ejemplo, como resultado de una cirugía de transplante reciente).
· Si tiene antecedentes de exámenes de Papanicolau con resultados anormales.
· Si ha tenido cáncer cervical, uterino, vaginal o vulvar.
Realizarse la prueba no es un requisito de carácter obligatorio, sin embargo, someterse al examen de Papanicolau es una precaución que salva la vida de miles de mujeres en los Estados Unidos todos los años. Las compañías de seguros a menudo pagan por este examen como parte normal de un examen pélvico anual.
Si usted no está asegurada o si su seguro sólo cubre una prueba cada tres años, llame a una clínica local de mujeres o a una de las clínicas de salud de su ciudad. Muchos de estos lugares ofrecen exámenes gratuitos de Papanicolau.

¿Cómo me preparo para un examen de Papanicolau?
· No tengas relaciones sexuales durante las 24 horas anteriores al examen.
· No acudas a la citología mientras tengas la menstruación.
· No utilices ninguna ducha vaginal, espermicida o cualquier medicamento o lubricante para la vagina dos o tres días antes del examen.

¿Qué sucede durante el procedimiento?
Es muy sencillo. El médico o enfermera le pedirá que se acueste boca arriba y coloque sus pies en una especie de estribos, los que a menudo están acolchados para su comodidad. Luego, él o ella utilizará un instrumento llamado espéculo para separar ligeramente las paredes de su vagina y mantenerlas abiertas durante el examen (hoy en día muchos médicos calientan sus espéculos para que no se sientan fríos al contacto). Con la ayuda de un cepillo pequeño o una espátula, él o ella extraerá algunas células de la superficie de su cuello uterino.
Esta muestra es colocada sobre una lámina de vidrio, rociada con un químico fijador y enviada a un laboratorio para ser examinada.

¿Quién examina mi examen de Papanicolau?
Laboratoristas calificados ponen su muestra debajo de la lente del microscopio y la examinan para ver si encuentran células anormales. Luego, le dan una clasificación y se la envían de vuelta a su médico, quien se pone en contacto con usted para darle a conocer los resultados.
Por lo general, éstos están listos entre 10 y 14 días. Algunos médicos se comunican con la paciente sólo si se encontró alguna anormalidad, sin embargo, si usted no oye noticias de su médico, llame y pida sus resultados. De esta manera, cualquier hallazgo sospechoso no pasará inadvertido.

¿Qué significa la clasificación de mi examen de Papanicolau?
Los médicos han clasificado los exámenes de Papanicolau en diferentes formas a través de los años, lo cual ha causado mucha confusión. En la actualidad, muchos ginecólogos prefieren desglosar los resultados de los exámenes de Papanicolau de esta manera:
• Normal o un subconjunto de normal, como por ejemplo "irritación" o "signos de infección"
• Probablemente normal, pero que muestra cambios leves que deben examinarse con regularidad o que necesitan de exámenes adicionales
• Cambios pre-cancerosos
• Cáncer superficial o en etapa temprana
• Cáncer invasivo
Todas las herramientas utilizadas para realizar pruebas o exámenes conllevan la posibilidad de presentar errores; los exámenes de Papanicolau no son la excepción.
En algunas ocasiones, puede suceder que un laboratorio clasifique un examen de Papanicolau como normal, aun cuando éste contenga células anormales (esto se conoce como falso negativo) o que lo clasifique como anormal aun cuando el cuello del útero esté perfectamente bien (esto se conoce como falso positivo).
Ambos casos son raros; menos del 1 por ciento de los exámenes de Papanicolau resultan ser falsos negativos.
Los exámenes ginecológicos anuales que incluyen exámenes de Papanicolau constituyen la mejor forma de protegerse contra un falso negativo.

¿Y si mi muestra no es normal?
No se asuste. A pesar de que puede ser atemorizante escuchar que su examen de Papanicolau ha sido clasificado como anormal, es probable que usted no tenga cáncer. Obtener un resultado anormal en la mayoría de los casos significa que existe un problema menor en el cuello del útero, el cual posiblemente ni siquiera necesite de tratamiento. Es probable que le pidan que regrese ya sea para un segundo examen de Papanicolau o bien para realizar más exámenes.
Algunas veces, los resultados de un examen de Papanicolau se clasifican como anormales sencillamente porque el laboratorista tuvo dificultades a la hora de leer la muestra.
Si los resultados de su examen de Papanicolau revelan que algunas células son anormales, entonces usted tiene lo que se conoce como displasia cervical leve, la cual se considera como una condición pre-cancerosa. ("Plasia" significa crecimiento y el término "displasia" significa que algunas células no están creciendo de manera normal).
Esta condición es fácil de tratar y el cáncer casi siempre puede prevenirse. En la displasia severa, una parte de la superficie del cuello uterino está cubierta con células anormales, pero sólo la superficie. Esta forma de displasia necesitará ser tratada de inmediato para que no se convierta en cáncer.
En cualquier caso, un examen de Papanicolau anormal no tiene que ser una mala noticia. De hecho, los investigadores británicos analizaron los registros médicos de casi 350,000 mujeres a lo largo de 20 años y descubrieron que al menos el 80 por ciento de aquéllas que presentaban células cervicales anormales, nunca desarrollaron cáncer. Para los casos raros en los que se encuentra la presencia de cáncer invasivo, existen diversas opciones de tratamiento, incluida la radiación.

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