19-12-2006

El feto semana a semana

Observa el desarrollo del feto semana a semana:

Semana 3ª (desde la fecundación)

El embrión está formado por tres capas de células a partir de las cuales se van a originar los distintos tejidos y órganos. La más interna (endodermo) forma una especie de tubo que más tarde se desarrollará para convertirse en los pulmones, el hígado, la glándula tiroides, el páncreas, el tracto urinario y la vejiga.

La capa media (mesodermo) se transformará en el esqueleto, los músculos (incluido el corazón), los testículos u ovarios, riñones, bazo, vasos sanguíneos, células de la sangre y la dermis, la capa más profunda de la piel.

La capa exterior (ectodermo) dará origen a la piel, el sistema nervioso, las glándulas sudoríparas, los pechos, el cabello, las uñas, el esmalte de los dientes y el cristalino de los ojos.

Semana 4ª (desde la fecundación)

Comienza a delimitarse el extremo superior del embrión. Ya tiene un corazón que late y el sistema de circulación sanguínea, las extremidades superiores comienzan a perfilarse y aparecen los esbozos de las inferiores. Se forma el cordón umbilical y su tamaño es de 4 mm.

Semana 5ª (desde la fecundación)

En esta fase, el cerebro se desarrolla con gran rapidez con lo que el tamaño de la cabeza aumenta considerablemente. El embrión mide 11 mm.

Semana 6ª (desde la fecundación)

Se forman los dientes, las cuatro cavidades cardíacas y se desarrolla el estomago, el intestino, el páncreas y el aparato urinario. Aparecen también los esbozos del conducto auditivo externo y pabellones auriculares. Mide ya de 20 a 22 mm.

Semana 7ª (desde la fecundación)

Los elementos que van a conformar la cara aparecen cada vez más delimitados. Se individualizan los dedos de la mano y se inician los dedos de los pies. Mide 30 mm.

Semana 8ª (desde la fecundación)

El embrión ya tiene párpados y se empiezan a formar las glándulas sexuales. Se constituyen los músculos, nervios y la médula ósea. Al final de esta semana se completa el desarrollo del embrión que a partir de ahora pasa a denominarse feto y tiene características humanas. Su tamaño es de 40 mm y pesa de 2 a 3 g.

A partir de esta semana y hasta la 14ª, mediante la ecografia, se mide la distancia entre la cabeza y la nalga, con lo cual se puede precisar la edad gestacional con un error menor de una semana.

Semana 9ª a 12ª (desde la fecundación)

Su rostro se ha formado por completo, sus ojos permanecen cerrados y sus párpados todavía están desarrollándose. El esqueleto comienza a osificarse, el tronco se ha extendido y aparecen los primeros cartílagos y costillas. Ya tiene uñas. Sus órganos genitales externos están creciendo y al final de esta etapa ya se puede discernir su sexo. El corazón late a un ritmo de más de 140 latidos por minuto, y continúa desarrollándose el sistema circulatorio. El feto realiza movimientos bruscos como los de un pez, a pesar de ello la madre no los nota por el pequeño tamaño del feto.

Semana 13ª a 16ª (desde la fecundación)

Por medio de la ecografía ya desde la semana 13ª se le puede medir la cabeza, esta medición sirve para calcular el crecimiento del feto y la edad gestacional pero con menos precisión que cuando se hace con la distancia cabeza-nalga. El feto crece muy rápidamente, las piernas son más largas que los brazos, el esqueleto sigue completándose, empieza a desarrollarse tanto el sentido del tacto como el del gusto.
Se establecen conexiones entre los nervios y los músculos, de modo que sus extremidades pueden moverse alrededor de las articulaciones cuando los músculos son estimulados para que se contraigan y relajen. Debido a la longitud de sus brazos las manos se pueden agarrar entre sí aunque sus movimientos todavía no se controlen.

Semana 17ª a 20ª (desde la fecundación)

El feto ya ha desarrollado tanto los músculos como un sistema nervioso que le permite moverse. La multiplicación de las células nerviosas ha llegado a su fin. Como todavía es pequeño se desplaza de arriba abajo y puede estar en cualquier posición. La madre siente ya claramente los movimientos fetales, que paulatinamente se van haciendo más coordinados.

Con relación a su piel, las glándulas sebáceas producen una sustancia llamada vérmix caseoso, que le sirve de protección y su cuerpo aparece recubierto de un vello fino y suave llamado lanugo.
A partir de esta semana su cerebro aumentará unos 90 gramos por mes.

Semana 21ª a 25ª (desde la fecundación)

Aunque su piel sigue arrugada, el feto presenta un notable aumento de peso y sus proporciones se van armonizando hasta llegar aproximadamente a las de un recién nacido.

Se inicia la maduración de las células cerebrales que utilizará para el pensamiento consciente y algunos expertos piensan que puede ser capaz de recordar y aprender. Algunos especialistas afirman que llegará a mover el cuerpo al ritmo de la conversación de la madre y empezará a reconocer la voz del padre, pero estos hechos no han sido probados de forma científica a pesar de haberse realizado trabajos encaminados a demostrar esta hipótesis.

Su cara se va afinando, se pueden diferenciar sus cejas y nariz, las orejas son más grandes y se destaca el cuello. Comienza a chuparse el pulgar. La diferenciación sexual es completa.
En caso de nacer, las posibilidades de sobrevivir son escasísimas, pero cada vez hay más niños con esta edad que viven pero con muchas posibilidades de desarrollar secuelas graves.

Semana 26ª a 29ª (desde la fecundación)

Si el bebé naciera en este momento podría sobrevivir con cuidados especiales. Los ojos se abren y ya no está arrugado porque se forma una considerable capa de grasa por debajo de la piel.
El cerebro sigue creciendo, células cerebrales y circuitos nerviosos muestran gran actividad, el feto es capaz de desarrollar movimientos de mayor complejidad. Sus párpados se han completado y ya puede abrir y cerrar los ojos.

Cada vez tiene menos espacio para moverse y en algunas situaciones se puede agitar buscando una posición más cómoda. Mide unos 42 cm. Y pesa 1,5 kg.

Semana 30ª a 34ª (desde la fecundación)

En esta etapa, las posibilidades de vida de los bebés prematuros son muy altas. A excepción de los pulmones, prácticamente todos sus órganos están maduros. Tiene reflejo pupilar ante la luz, puede dilatar y contraer el iris, su piel es rosa y suave.

El cordón umbilical es grande y duro. Una sustancia gelatinosa rodea los vasos sanguíneos, lo que impide que se produzcan enredos y anudamientos en el cordón que podrían afectar la circulación fetal.

El bebé traga mucho líquido amniótico y puede orinar hasta medio litro al día. Muchos bebés ya van colocando la cabeza abajo y las nalgas arriba. Mide ya unos 47 cm y pesa 2,5 kg. También inspira líquido, lo que le ayuda a desarrollar sus pulmones. Cuando no hay líquido para inspirar, el feto no puede desarrollar sus pulmones.

Semana 35ª - a término

El bebé ya está colocado en la posición adecuada para el parto. Ahora se dedica a ganar peso y a crecer. Apenas puede moverse ya. En cuanto al aspecto de su piel, la capa del vérmix se ha desprendido parcialmente y la que le quede le ayudará a pasar por el conducto materno, el lanugo va desapareciendo.

Su cráneo no se ha osificado del todo y presenta fontanelas y suturas, que son unos espacios membranosos entre los huesos que terminarán por cerrarse meses después del nacimiento.

Su propio sistema inmunológico todavía no está completo por ello recibe anticuerpos de la madre a través de la placenta, que lo protegen de los gérmenes contra los que la madre tenga defensas como, varicela, gripe, rubéola etc. Después de nacer, seguirá recibiendo esta defensa a través de la leche materna.

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