26-04-2006

YOGA PARA EMBARAZADAS

En este artículo agradezco la cooperación a la Klga. Constanza Molina del Centro de Yoga y Kinesiología "Ananda" de Obispo Labbe 1589 Fono 527442, donde pueden consultar por clases y talleres para embarazadas.

El embarazo es un estado natural de la mujer, no una enfermedad, por lo que puedes prepararte para estar en la mejor forma física que te ayudará a conservar tu salud durante este período, aumentar la posibilidad de un parto natural y recuperarte rápidamente.

Quisiéramos que todas las futuras madres opten por un embarazo pleno, que conozcan la evolución de su cuerpo, las etapas de formación del bebé, la fisiología y mecánica del parto.

El objetivo del yoga es ayudarlas con conocimientos científicos, con el cuidado de su cuerpo, el manejo de las emociones, pasar nueve meses felices en contacto íntimo con su hijo y a prepararse para un rol activo durante el parto.

Siempre con el firme respaldo de su médico, conociendo las limitaciones y capacidades del propio físico, así cada futura madre podrá acrecentar la plenitud de su estado.

Las técnicas de relajación, meditación, respiración y posturas yóguicas podrán aliviar problemas circulatorios, dolores de espalda, molestias pélvicas y aprender a mantener un sano equilibrio de su cuerpo y mente.

VARIACIONES EN LA GESTANTE

Estructuralmente el cuerpo de la mujer está diseñado para acomodar y dar a luz a un bebé. Si comparamos la pelvis de un hombre con los de la mujer, veremos que la de ella es más liviana y más flexible, con una salida más ancha al canal pélvico, y un arco mayor para lograr el paso del bebé.

Además las hormonas segregadas durante el embarazo flexibilizan y dan más elasticidad a los ligamentos, permitiendo que la pelvis se expanda para dar cabida al desarrollo del bebé, y finalmente a su salida al exterior.

La columna vertebral es el soporte central de nuestro cuerpo, y durante el embarazo, cuando el cuerpo tiene que cargar con 9 kilos o más extras, sus curvas normales se alteran perdiendo su estabilidad y armonía.
A medida que su silueta se va agrandando, aparecerá la tendencia de una postura incorrecta: el abdomen, pesado, tira hacia delante; la parte baja de la espalda (zona lumbar) se hunde generando una hiperlordosis; las piernas y los pies se abren para dar mayor sostén.
Por esto es importante mantener una buena postura para equilibrar adecuadamente las curvas de la columna, para evitar molestias y dolores en zona sacra, lumbar, cuello o cabeza.

Lo ideal es que la mamá tome consciencia de su posición y realice ejercicios adecuados y adaptaciones posturales destinadas a corregir y prevenir alteraciones en su espalda.

EJERCICIOS PARA LA MAMA

Ejercicios para el periné o de Kegel

El periné agrupa varios músculos en la base del abdomen o piso pelviano, que soportan el peso de los intestinos, la vejiga y el útero. También deberá soportar mucha tensión en el momento del parto. Lo primero que debes hacer es tomar conciencia de la ubicación exacta del periné y luego comenzar a fortalecerlo para prevenir molestias como la pérdida de orina al toser, estornudar, o reírte.
Los ejercicios de relajación y contracción de estos músculos deben realizarse por lo menos tres veces al día. Acostada sobre tu espalda con las rodillas flexionadas, contrae los músculos perineales como si quisieras detener el chorro de orina, y como si quisieras elevar algo dentro de tu vagina. Mantiene esta contracción muscular todo el tiempo que puedas. Relaja tus músculos y recomienza con la contracción muscular.
Debes repetirlo 10 veces por lo menos tres veces al día. Puedes realizar estos ejercicios sentada, acostada, mientras realices las tareas de la casa o en tu trabajo. También pueden realizarse en el transcurso de una relación sexual.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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